viernes, 23 de julio de 2010

Un cuento para mamá

“Para Gris, por creer en mí desde el momento en que todo comenzó”, rezaba la dedicatoria en la primera página del libro.

Mientras cerraba el horno en el que acababa de dejar un flan de vainilla, Gris escuchó los pasos de Verónica. Se dio vuelta y la vio venir a los saltitos. El cabello recogido en dos colitas alrededor de una cara de manzana y unos ojos por los que se le escapaba la excitación. 
-Mirá, mami, mirá lo que escribí.
Desdobló la hoja de papel y su voz de nueve años empezó a desovillar una historia: